viernes, 3 de octubre de 2014

Los Frijoles Navideños


Una canasta de hermosas y rojas manzanas se muestra apetitosa a los ojos de quienes la contemplan. En el fondo oculto hay una manzana de mal aspecto con manchas color café. Poco a poco va muriendo y su contacto con las otras manzanas podrirá toda la fruta.

Así es la maldad en la vida de los niños y jóvenes. Aunque han sido creados en pureza y bondad, el contacto con las malas compañías y lugares oscuros va destruyendo su inocencia y su vida. El mal no se manifiesta en todo su potencial de manera inmediata, es como una semilla que se siembra, se alimenta y se cuida hasta que sus propias ramas nos enredan y estrangulan.

 La obra Los Frijoles Navideños, muestra un pasaje de la vida de Chayito, la protagonista quien a sus once años ha sido entregada a un hogar sustituto. Aunque está rodeada por una familia que desea ayudarle a superarse, los malos consejos la orillan a cometer pequeñas travesuras que luego se convierten en peligrosas aventuras y nefastos eventos.

 En vísperas de la Nochebuena la familia López se prepara para celebrar la Navidad en un pueblo de la Frontera. Los padres Lupe y Lola, acompañados por su hija Wendy, dan asilo a Martha, una jovencita inmigrante y a Chayito, una niña cuya madre perdió su custodia. La soberbia de Martha y su mal amigo Temi, van corrompiendo los buenos deseos de Chayito hasta que la orillan a cometer un acto de rebeldía que casi termina en tragedia.

Los Frijoles Navideños es una obra para toda la familia que entrelaza la comedia y el drama con un mensaje de valores sociales y familiares. Cualquier público podrá encontrar una reflexión para su vida en una época de año tan emotiva y llena de esperanza.



Personajes

Chayito (Niña abandonada)  10-12 Años
Wendy  (Hija del reverendo Lupe y de Lola) 10-12 Años
Martha (Joven abandonada)  16-18 Años
Miguel  (Nieto de don Tino y doña Tina) 10-12 Años
Reverendo Lupe 40-45 Años
Lola (Esposa del reverendo Lupe) 35-40 Años
Don Tino (50-60 Años)
Doña Tina (50-60 Años)
Temi (18-22 años) joven rebelde.




Fragmento



Chayito: Señora Lola ¿Es verdad que mi madre no va a regresar nunca por mí?

Lola: ¿Por qué lo dices?

Chayito: Todos lo dicen. Mis amigos siempre me dicen eso.

Lola: No importa lo que otros digan, sino lo que tú creas y lo que Dios disponga. Anda, ayúdame a limpiar los frijoles que ya se me ha juntado el trabajo.

Chayito: Está bien, pero primero tendré que barrerlos.

Lola: ¿Qué dices? Pero ¿por qué está todo el fríjol regado por el suelo?

Chayito: Es que como no teníamos fichas, los usamos para la lotería.

Lola: No puede ser. Bueno, pero lo enjuagas bien y luego lo pones en la olla sobre la estufa. Mientras yo busco el recetario de Navidad que me pidió la abuela de Miguel.

Chayito: ¿Señora Lola?

Lola: ¿Si?

Chayito: Creo que necesito un vestido nuevo para Navidad.

Lola: Bueno, tienes varios vestidos, puedes ponerte cualquiera de esos para Navidad.

Chayito: Pero ya todos están viejos.

Lola: No podemos comprarte un vestido nuevo Chayito, no disponemos de fondos para ir al almacén y ya no tengo tiempo de hacerte uno con mi máquina de coser.

Chayito: Pero lo pueden hacer con el dinero del cheque que manda el gobierno, ese dinero es mío.

Lola: Creo… creo que ese tema lo tendrás que discutir con mi esposo.

Chayito: ¿Con el reverendo Lupe? Pero ese dinero es mío. No es justo que se lo queden todo, yo necesito cosas.

Lola: Mira, termina con los frijoles y luego hablamos de eso.

Entra el reverendo Lupe.

Reverendo Lupe: ¡Esposita, ya llegué!

Lola: Hola Lupe, ¿terminaste de preparar todo para el servicio de esta noche en la iglesia?

Reverendo Lupe: Sí, el coro tuvo su último ensayo y ya quedó listo el telón para el drama de Navidad. Espero que no pase lo del año pasado, que en plena función a uno de los ángeles se le ocurrió ir al baño y se tuvo que interrumpir la obra.

Lupe y Lola ríen.

Lola: Lo bueno fue cuando a uno de los pastores le dio sed y sacó su Coca Cola del morral.

Lupe y Lola ríen.

Reverendo Lupe: Lola ¿llegó la correspondencia?

Lola: Sí, está sobre la mesa, hay un paquete dirigido a ti.

Reverendo Lupe: Mira lo que llegó, unas esferas que compré por catálogo para nuestro pino de Navidad.

Lola: ¡Qué bonitas están!, se verán maravillosas en el pino.

Reverendo Lupe: Ya no tendremos que adornar el pino con esferas viejas y descoloridas. Creí que no iban a llegar a tiempo, pero se verán muy bien. ¿Llegó algo más en el correo?

Lola: Sí… el cheque.

Reverendo Lupe: ¡Ah, el cheque, excelente!… saldré ahora mismo a cambiarlo. El banco cierra temprano.

Chayito: ¡Cof, cof, cof! (Tose con fingimiento para llamar la atención).

Lola: ¡Ah sí! Lupe…Chayito tiene algo que discutir contigo.

Reverendo Lupe: Dime Chayito qué necesitas.

Chayito: Es que quiero tener un vestido nuevo para Navidad y yo pensaba que me lo pueden comprar con el dinero del cheque.

Reverendo Lupe: El cheque es para tus alimentos, los vestidos y los zapatos cuando los necesites, pero por ahora no necesitas nada de eso.

Chayito: Es que siempre me compran ropa de segunda y eso no es justo, su hija sí puede estrenar, y Martha y yo debemos llevar siempre los vestidos viejos.

Reverendo Lupe: Lo siento, pero no todo se trata de cosas materiales, debes adaptarte a lo que te podemos dar.

Chayito: Lo que ustedes me dan son tres platos de comida al día y de vez en cuando uno que otro vestido usado, ¿le parece que eso es lo mejor que merezco?

Reverendo Lupe: Tratamos de ser un buen ejemplo para ti.

Chayito: Un buen ejemplo, si quisieran ser un buen ejemplo no se estarían robando mi dinero.

Lola: ¡Chayito!


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